Es el acto en el que Dios Padre ha querido y quiere que vivamos y sintamos Su mayor Gozo, el que siente Él al crear y recrear todas las cosas, sobre todo al hombre, Su creatura más amada y predilecta.
La humanidad no ha sabido y conocido este-estos misterios porque los encargados de dar a conocer el verdadero Rostro de Dios no han querido hacerlo.
Nos referimos a la jerarquía de lo que ellos llaman “iglesia católica”, quienes aliándose con el demonio se han dedicado a los placeres de este mundo. Muchos otros no han sabido-podido, cada uno sabrá.
Entonces lo importante, es que conociendo estos Misterios ahora, le pidamos a Dios poder perdonarnos-los y comprender por qué todos padecemos lo que padecemos y así, encaucemos todo el Amor que tenemos y está en nuestro corazón para salvación nuestra, de toda la Creación.
Por esta deformación del Amor es que por ejemplo, a los que les gustan las personas de su mismo sexo es porque tuvieron una o varias experiencias en donde vivieron este Amor sexual-Gozo de Dios _aunque desviado, lo vivieron igual_ que después sólo quieren y esperan encontrar eso en sus vidas y es búsqueda de Amor, del Amor que conocen, pero como dijimos, desviado.
Así ocurre con todas las tergiversaciones, perversiones del Amor que hoy vivimos y padecemos.
La auto-satisfacción o masturbación es Amor-necesidad desvirtuado, y es oculto porque parte del miedo a encontrarse con el otro por no mostrar la necesidad de Amor que tenemos.
¡Animémonos a buscar al Amor para construir y edificarnos junto con el otro! De lo contrario es en vano, no tiene sentido porque cae al vacío.
Estas desviaciones provienen de la deformación de la Creación original: varón y mujer, quienes a lo largo de toda la historia han ido desconociendo y perdiendo su verdadero ser, y por lo tanto, hoy en día, los padres no saben ni pueden transmitirle a sus hijos ese ser varón y mujer porque nadie se los enseño-mostró; se viene acarreando desde el pecado original que se repite y propaga de generación en generación.
¡Pero María cortó esa cadena cuando dijo SI al Arcángel Gabriel y libremente se entregó al Espíritu Santo aceptando, para salvación de toda la humanidad, la misión que El Padre le había encomendado!
María-las mujeres saben mejor que nadie en su corazón cuándo es o no amor sincero lo que les ofrecen, porque el espíritu que portan por decisión de Dios es tan fuerte que perciben el desamor enseguida.
Muchas veces ellas niegan y soportan el desamor que están viviendo _y esto sucede mucho durante el Rito de Amor sexual_ justamente por Amor desvirtuado a su marido, pareja, etc., para hacerlo feliz.
Esto es así en el corazón de cada una, lo que se piensa muchas veces es diferente y corre mucho la lástima, que en realidad es el amor de madre que busca consolar al corazón herido y necesitado de Amor. Por el desamor propio, con tal de “sentir algo” se hace el Amor de cualquier manera, también por el poder-ansias de dominio que proviene del ‹serán como dioses›; y así se permite cualquier cosa faltando-abandonando el verdadero ser de la mujer que es El Amor a Dios-si mismo por sobre todas las cosas.
Sepamos que SIEMPRE persiste y vence Ella, nuestra Madre María en los corazones de cada una de las mujeres. No existe obstáculo ni tergiversación que pueda detenerlas o cambiar esto, porque han decidido en su corazón amar siempre más y más; han decidido desde la Eternidad darse siempre caiga quien caiga y cueste lo que cueste, porque no quieren-pueden _por que aman_ negarse a si mismas, dadoras de vida.
Por esta razón la humanidad ha podido sobrevivir pese a todos los ataques por parte del demonio y sus aliados, que ha sufrido sobre todo en este campo durante toda la historia, y que ha llegado a límites ridículos como la clonación, la venta de esperma, el alquiler de vientres, etc. Es la pretensión estúpida de evitar la unión entre varón y mujer para que la vida no se propague.
Pero Dios nos creó para que unidos sigamos existiendo-viviendo-gozando y esto es lo que María en las mujeres ha impulsado _a través y a pesar de ellas_ para que la vida no se corte. Y como siempre, el tema pasa por cómo lo vive cada uno haciendo o no uso de la Libertad con la que El Padre nos concibió.
Este Amor Todopoderoso es lo que atrae fatalmente a los varones, por eso son irresistibles, quien más quien menos, depende de cuanto acepten a María y la dejen ser cada una en su corazón.
Ella brillando en cada una, es la verdadera belleza del Amor, y los varones, por miedo a perdernos en el Amor, intentamos falsamente negarLa y “sentir” que no dependemos por necesidad vital de María.
Esto se ve hoy en día en que los varones muchas veces buscamos el Amor de María, acostarnos con una chica ¡y chau!, un momento de placer y luego a otra cosa. Pero es mucho más que un encuentro pasajero y libre de responsabilidades.
Por eso buscamos, queremos y necesitamos amarnos más en la cama, con todo el espíritu, todo el alma y todo el cuerpo. Porque allí nos sentimos plenos. ¿Por qué?, ¿por auto-satisfacción? ¡No!
Porque allí nos encontramos con Ella cara a cara, el Rito de Amor sexual es El Encuentro profundo del corazón de cada uno con María-El Amor. Esto es así tanto para varones y mujeres, lo que varía es cómo lo vive cada uno según su esencia de varón y mujer; porque para ellas es el encuentro-recibimiento en su espíritu, alma y cuerpo del Varón de varones: Cristo Jesús en Sus hermanos, sean concientes o no, y esto es lo que buscan y esperan permanentemente en sus corazones.
Es muy común hoy en día que a la hora de hacer el Amor surjan inconvenientes, trabas de uno u otro que generan desencuentro en la cama, pero en realidad el desencuentro es todo el día, lo que pasa es que en la cama se manifiestan más visiblemente los sentimientos y pensamientos que se ocultan las parejas entre sí.
Luego por consecuencia todo se va desgastando hasta llegar al punto de no tener ganas de unir sus cuerpos amándose porque están separados, desunidos sus corazones. Aparentemente no lo hacen esgrimiendo cualquier motivo o circunstancia uno u otro, o ambos incluso; se va perdiendo el entusiasmo de encontrarse con el otro en todo el día, y esto se refleja sobre todo en ese momento en especial.
El Amor a Dios-si mismo lo vamos descubriendo en la medida que nos conocemos en Verdad y por lo tanto podemos _a partir de esto_ amarnos en Verdad si realmente queremos y lo sentimos, abriendo los corazones uno al otro, todo lo que hay en ellos. Entonces es necesario un mayor conocimiento de nuestros corazones, POR COMPLETO, y así nos iremos amando más y más sin límites.
Es muy común no contarnos los secretos, pensamientos, fantasías, deseos y gustos que cada uno tiene con respecto al otro y guarda en su corazón. Se van acumulando en el interior y esos deseos o pensamientos se empiezan a desvirtuar y pueden terminar en perversiones como pensar en otra persona mientras se está con el esposo o esposa durante el rito; se busca en otras personas lo que “aparentemente” no se tiene con la pareja y esto da lugar a las infidelidades; se generan rencores y frustraciones que repercuten en el resto del día y fomenta la separación interior y exterior de la pareja.
También pasa que deseamos mucho a nuestra pareja y no se lo decimos, entonces el deseo se acumula. Luego, guiados por este deseo intentamos acercarnos para hacer el Amor y el otro nos rechaza, porque tampoco nos contó lo que le estaba pasando interiormente, y esto produce frustración y desaliento.
Y es que el demonio está esperando atento cada oportunidad para sembrar el desamor sobre todo en las parejas porque siempre atenta contra la unidad, es su principal objetivo. El guardarse lo que a cada uno le pasa adentro es ideal para él, porque trabaja en las sombras.
¡Entonces pongamos Luz sobre la oscuridad y contémonos TODO y así no se podrá esconder ni sembrar cizaña! ¡Así expulsaremos al maldito del lecho esponsal!
Éste muchas veces se disfraza de romanticismo, entonces evitamos contar nuestros gustos sobre los juegos sexuales porque “romperíamos” el buen momento, y así caemos en la trampa y lo ocultamos. También caemos en el falso pudor y no decimos lo que verdaderamente queremos por vergüenza. Nos hacemos una idea de lo que le gusta al otro y la verdad es que si no lo hablamos ¡es imposible saberlo!
Se trata de preguntarnos y contarnos mutuamente las fantasías que tenemos y nos gustaría hacer; saber qué le gusta al otro, qué deseamos, qué necesitamos en ese momento; decirle al otro cuánto nos gusta tal cosa; y todo lo que vaya surgiendo de los dos corazones, sea lo que sea.
También las cosas que no nos gustan, para que podamos satisfacernos en común acuerdo en el Amor como nunca antes, en y con Dios, ¡es la única manera y Camino!
¡En Fin, CONOZCÁMONOS y disfrutemos de lo que Dios nos dio y regaló justamente para GOZAR sin límites!
Esther con Tobías en Pablo, Apóstol Ministro Juez de Paz
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