1º de abril de 2012
Amados hermanos:
Mañana 2 de abril se cumple el 30º aniversario de la guerra por la recuperación de las Islas Malvinas. Es evidente que este tema toca una fibra muy profunda en nuestros corazones. Y es que hay una herida abierta en los argentinos que todavía no cierra y va cicatrizando lentamente, en la medida que aceptamos el Perdón. Y para esto hay que querer perdonar, primero a uno mismo, y así luego a los demás. Muchos dirán: yo no tengo nada que perdonar. Error, ese es el primer síntoma de la negación de la propia miseria, y esto es una enfermedad de las peores, de la cual todos estamos contagiados _algunos más, otros menos_ pero como se dice, la caridad bien entendida empieza por casa.
Aclarado esto, podemos ir más a fondo en cuanto al tema en cuestión.
La guerra de Malvinas fue un intento de lograr algo por medio del viejo y gastado método de la contradicción, la imposición “del más fuerte”, sin intentar ponerse por encima de la situación, del conflicto, y así salió. Está a la vista que el resultado fue sólo más muerte, generando bronca y desesperanza en el corazón del pueblo. Mientras que la intención podría decirse que era buena, se erró el camino.
Entonces, cabe preguntarnos ahora mismo, aprovechando este aniversario, ¿qué aprendimos los argentinos? Voy a parafrasear a la Jefa espiritual de la Nación, Ana Cristina, aprendimos que sólo el Amor construye.
Ojo, esto no significa ser boludos, pero es hora de darnos cuenta cada vez más concientes que el Poder del Amor es el arma más eficaz que existe sobre la tierra; pero esto hay que vivirlo, practicarlo, de lo contrario, es una frase linda que se la lleva el viento y no sirve para nada.
Esta arma, el Poder del Amor, es bien concreta y totalmente aplicable a la realidad de hoy. Se podría decir que el conflicto por Malvinas sigue por la vía diplomática. Yo me y les pregunto, ¿estaríamos dispuestos a perdonar a los ingleses, sobre todo a sus dirigentes, por todas las que nos han hecho? Cabe destacar que hubo muchos intentos de apoderarse de la Argentina, de nuestros recursos, riquezas, etc.
Es evidente que el interés que ellos tienen por nuestras tierras es muy grande, por eso, ¿somos capaces de perdonarlos y así buscar abarcarlos en sus necesidades en vez de repudiarlos y querer sacárnoslos de encima? Porque si queremos, podemos abarcarlos, y para eso está la política, la nueva política que no es la que conocemos, sino una más amplia y perfecta, en la que TODOS somos considerados personas dignas por el sólo hecho de existir.
Partiendo de este principio, que es ponerse por encima de cualquier contradicción o diferencia, podemos si abarcar el conflicto desde otro lado. Por ejemplo, la isla de Gran Bretaña nos necesita mucho _así como muchos otros países_ carnes, frutas y verduras, lanas, tierras, petróleo, agua, etc, sería simple si les damos lo que ellos necesitan y ellos nos dan lo que nosotros necesitamos, y hoy por hoy no podemos producir, o no tenemos con qué producirlo. Pero en vez de eso, Cámeron-la corona británica persisten en querer imponerse con los viejos métodos, y lo único que consiguen es hundirse más y más. Ahora yo pregunto, ¿vamos nosotros a hacer lo mismo? Es evidente que Ana Cristina trata de ponerse por encima de la situación, pero está muy sola en esto, son todas trabas que esta podrida y caduca república le pone en el camino.
Por eso mismo, desde hace bastante que ya está en marcha La Solución Económica, un sistema simple que se ocupa de darle el valor real a las personas y al trabajo que estas producen, y no al dinero, al papel pintado. (leer más en www.la-solucion-economica.blogspot.com) Este nuevo sistema es político de verdad porque empieza por las necesidades verdaderas de la persona, de la familia, y ésta es la única manera de hacer política, que en definitiva es buscar el bien común, buscando que todos nos realicemos y seamos felices.
Por esto aprovechemos este aniversario para buscar lo que si podemos hacer, no lo que no pudimos ni supuestamente nunca vamos a lograr. Tratando de no quedarnos pegados al rencor, darle un sentido nuevo a lo que ocurrió, rescatando la valentía de los jóvenes argentinos que más allá de cualquier disputa política _llevados obligatoriamente desde la contradicción_ de turno, ellos si dieron la vida por su Patria, y se notó esto en batalla, con las cosas grandiosas que hicieron.
Entonces decía que rescatemos esto y lo elevemos a esferas más sublimes y profundas; que todo ese Amor derramado por todos los combatientes y familiares no quede sepultado ni haya sido en vano, sino que siguiendo su ejemplo de Amor _porque fue eso, lucharon por amor_ nosotros ahora decidamos amar más y más sin límites. Amemos al pueblo inglés, y no sólo a estos sino a cualquiera.
Y opongámosle así un muro infranqueable al desamor no condenando, sino haciéndonos responsables todos los argentinos, cada uno en su lugar. Si no hacemos esto, después no nos quejemos de los gobernantes ni de las cagadas que nos hacen, porque la culpa no es del chancho, sino del que le da de comer.
Pero, ¿qué pasa? Es más cómodo y fácil aparentemente quejarse y criticar sin hacer nada, rascándose los huevos sentados en el sillón, los que tienen sillón No hay nada peor que acostumbrarse a la pobreza, al individualismo, a la comodidad, como si estos fueran cosas naturales y lógicas. ¡Desacostumbrémonos entonces de la comodidad, la pobreza, la indignidad, no son cosas naturales ni lógicas!
Lo natural es que vivamos como reyes, con la dignidad con la que Dios nos creó, y asumir esto es una decisión personalísima e indelegable. Quién no luche como pueda por esta dignidad _esté donde esté_ ya tiene su recompensa en vida. El que lo hace y haga cada vez más, ya vive el cielo en la tierra, ¡Ahora!
Los amamos mucho.
Pablo en Esther con Tobías, en la Agrupación La Madre
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