San Nicolás, Casita de María–Sede de Gobierno Papal-La Santa y Nueva Argentina, 24 de mayo de 2011
¿Son buenos tiempos realmente?
¡Si, pues todos los dolores que vivimos son a causa del gran parto universal que alumbra un Nuevo Amanecer para todos! Vayamos viendo juntos. Venimos viendo y afirmando en nuestro corazón que los jóvenes somos el presente, el aquí y ahora.
No se pueden aplicar las mismas recetas que se venían aplicando frente a los grandes males políticos, económicos y financieros que afligen a todos los pueblos, como en los países de Europa afectados por la crisis actual, por ejemplo.
Por diversas decisiones tomadas por estos gobiernos ante la emergencia que ellos mismos provocaron, constatamos que ha caído la civilización en la que nacimos-nacieron las generaciones presentes.
Antes que nada, reconozcamos que tanto mujeres como varones sobre todo somos débiles, y necesitamos de apoyos para nuestro crecimiento interior, para nuestra maduración. Somos pecadores, y más que nada por nuestras debilidades-miserias, tenemos muchos vaivenes y caídas. Por esta razón no se puede crecer de individuo a persona sin tutor, del mismo modo que no pueden crecer ciertas plantas sin un tutor; y el tutor del hombre es Dios-sí mismo, es la familia, es una Comunidad Organizada y es su Nación.
Para conseguir el concurso organizado del pueblo necesitamos de una nueva militancia conformada por jóvenes de espíritu _más allá de la edad_ que nos decidamos por la separación gradual del sistema vigente, en la concepción, en la práctica y en la realización. Es lo que venimos anunciando y denunciando desde el pasado 15 de abril: es la muerte del viejo sistema demo liberal burgués, la falsa democracia.
¡Esto es lo que está sucediendo en España y en muchas ciudades más, cada vez más!, y así están marcando un rumbo visible a los distraídos y descreídos, resucitando-buscando una nueva forma de participación y de decisión en todas las cuestiones comunes. Aunque por costumbre tengamos cierta o mucha adhesión al sistema representativo y sus pautas, principios y formas de pensar, creo que es posible de a poco ir despegándose y engendrar una nueva manera de concebir las cosas.
Contemplamos cada vez más notoriamente que las mujeres y los jóvenes sobre todo, llevamos la vanguardia en estos tiempos, pues nos hemos hartado y aburrido de no participar, de no decidir, de no crear, de no soñar, de no vivir, de tener cada vez menos. Esto es un signo fundamental de los tiempos, el cual está enmarcado en la situación mundial histórica que nos toca vivir y de la cual somos protagonistas.
Las mujeres van al frente _aunque un poco tapadas y escondidas todavía_ de la movilización del pueblo, también cansadas y hastiadas de ser históricamente las excluidas, las despreciadas, las utilizadas como objetos de los varones; impulsan ahora cada vez más a sus parejas a hacerse cargo de las cuestiones de la Patria toda, amando más y más con esa capacidad única que tienen, de la cual Dios las dotó.
Llega la hora en que las mujeres, niños y varones lleven la Nueva Política hacia todos lados, como ya están haciendo en Madrid, en el resto de España y en otras capitales europeas.
¿En qué consiste la nueva orgánica que se viene? Se basa en que cada uno de los que participan ejerza el poder que le corresponde, y no delegarlo en “representantes”. Así la Comunidad se hace activa y no pasiva, Comunidad de sujetos libres que elijan y decidan responsablemente, es decir, una Comunidad de personas.
La reducción demo liberal burguesa consistió en definir al derecho político sólo como el derecho a elegir y de ser elegido. Mientras que las vanas formas de “participación” actuales están cortadas de las decisiones verdaderamente importantes en la medida que se refieren parcialmente a los derechos individuales y civiles.
La participación popular en la armonía de una democracia orgánica, social y directa _ ¡”Democracia real ya!”_ no suprime las jerarquías naturales y propias de cualquier humana convivencia y a la vez, hace que toda decisión sea fruto de la aportación libre, efectiva y concreta de la actividad y el pensamiento de cada uno.
En la medida que esto se pone en práctica, los mismos actores van descubriendo que la participación se basa en que el hombre tiene opciones concretas y continuas en las que forja su historia personal, historia que confluye y hace a la de la Comunidad en la que se encuentra profundamente arraigado y donde desembocan sus decisiones libres y responsables, donde la libre e ineludible decisión personal prevalece sobre las decisiones impuestas coactivamente o forzadamente.
En la armonía de una democracia orgánica, social y directa el aspecto civil y el aspecto político no se separan sino que se integran ordenadamente superando el concepto de delegación de poderes; porque el problema político es anterior y preside el problema económico-social.
Es fundamental encontrarnos-encontrarse para conversar porque estamos persuadidos que en este momento histórico, y ante las particulares circunstancias que enfrentamos, la solución consiste en superar los límites del sistema demo liberal burgués, ¡ahora! Creando el espacio o jurisdicción de las Comunidades de la Nación , donde en principio se emplee el peso de María. Una moneda sin precio, por la cual no se cobran intereses; una nueva moneda que eliminando así la usura sólo sirve al intercambio interno nacional buscando desde el comienzo el autoabastecimiento de todos los habitantes, en especial de los pobres, descamisados y marginados.
Se podrá así paso a paso ir transformando la voluntad popular en voluntad de un nuevo Estado-Comunidad, un Estado de la Justicia que devuelva el poder a una Comunidad que se organiza y se articula armoniosamente; porque la verdadera democracia o democracia real, es armonía. A eso vamos.
Así se irán conformando las nuevas Comunidades de la Nación y vemos, constatamos que es posible ir en paralelo y por fuera de las estructuras de pecado que ahogan y aplastan toda esperanza que busca asomar en busca de aire fresco y sol para germinar.
De esta forma, no habrá clases sino una sola clase: la de los que trabajan, porque el derecho al trabajo _el derecho a ser útil, a servir_ es-será el principal derecho político.
Aquí en nuestra Sede en San Nicolás, venimos hace tiempo las familias que aquí convivimos, poniendo en práctica esta orgánica según el Plan de Dios.
Somos los Apóstoles, hombres Cristo Conductores del Imperio del Sagrado Corazón de Jesús.
Necesitamos ampliar y construir nuestras casas en esta Sede de Gobierno para vivir dignamente como reyes de la creación con nuestras esposas reinas y nuestros hijos querubines; y otras necesidades que hacen al hogar, como el capital a invertir para poder seguir viviendo de nuestro trabajo. Estamos también poniendo en marcha Talleres-Comunidades de trabajo con el aprendizaje práctico de artes y oficios.
Si bien nunca nos ha faltado nada gracias a Dios porque vivimos de la Providencia que actúa a través y a pesar de las personas; ambas cosas. Les compartimos nuestras necesidades para atender la de ustedes de sentirse parte del Todo Bien, ¡es su oportunidad!
Lo que importa es la buena voluntad de sus corazones que, si ustedes así lo deciden, pueden ser cauce de la Providencia participando así de su gran Obra de todos los tiempos.
Un gran abrazo, los amamos en el Inmaculado Corazón de Nuestra Madre María.
Colegio Apostólico-Ministros del Gobierno del Rey Cristo Jesús Joaquín
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