Esta ridiculez al que llaman “sistema democrático” del cual se jactan los partidos políticos y todo aquel que saca provecho de la misma, es la contradicción institucionalizada. ¿Qué nos proponen a los argentinos? Una pelea de unos contra otros _oposición contra oficialismo, por ejemplo_ que no termina nunca, en la que nadie gana, sólo algunos que se llenan los bolsillos pues es la plata lo único que los hace bailar. ¡Es una mentira porque nosotros-el pueblo no decidimos nada y encima nos quieren hacer creer que si! ¡Es sensacional! Somos nosotros los que perdemos con más hambre, menos trabajo y más infelicidad.
¿Así que nos quieren hacer votar? ¿A quién, para qué? Los argentinos estamos hartos de vivir esta contradicción, ¡no la queremos más! Queremos romper definitivamente con la idea impuesta de que si uno gana, el otro pierde ¡Ganemos todos carajo! Se puede si así lo queremos y decidimos.
Porque sino pasa lo que pasa, el demonio-los factores del poder mundano que azotan a los pueblos con hambre, miseria y muerte, de lo que se aprovechan es de este estado de no decisión y desesperanza que nos lleva a decir y pensar: “si total nada va a cambiar, nunca pasa nada, todo va a seguir igual”. Y así mantenemos en vigencia lo mismo de lo cual nos quejamos y estamos hartos, lo mismo que nos mata.
Y la primer rispidez se produce con nuestras propias miserias, las cosas que no toleramos de nosotros mismos pero las hacemos igual porque débiles somos.
Luego nos juzgamos usurpando el lugar de Dios y esto nos lleva a auto condenarnos, lo cual el demonio está siempre listo para fomentarnos esto. Así se genera en nosotros una falsa prisión en la que el desasosiego y la desesperanza nos paralizan, nublan la vista y el ánimo interior; y así el pesimismo existencial se apodera de nosotros.
Estas malas costumbres y vicios se han trasladado a las estructuras injustas, porque son reflejo y consecuencia de lo que nos pasa interiormente. Y estas estructuras son todas las instituciones que conocemos y van desde la familia hasta las del gobierno de un país.
¿Estamos dispuestos, o estamos muy cómodos con no decidir nada de nada y que las decisiones de otros manejen nuestras vidas sin importarles lo que nos pase al resto? Que cada uno se lo pregunte.
Desde el año 2008 venimos afirmando que el espíritu de santa Ana, la madre de la Virgen María está en el corazón de la señora Cristina Fernández, viuda de Kirchner; y podrá parecer inverosímil pero es una realidad espiritual de facto, se diga lo que se diga, se piense lo que se piense.
Ese espíritu se manifestó claramente en los festejos populares del Bicentenario el año pasado porque ella, conduciendo el Estado permitió-habilitó esta manifestación por su querer personal que lo canalizó para que el pueblo argentino se encontrara con su identidad y sintiera-viviera la alegría de ser; la alegría de pertenecer a esta Patria. ¡Es el espíritu nacional, que es el espíritu de la revolución justicialista y de la unidad nacional; la Doctrina Nacional-Inmaculado Corazón de María, también!
Tanto es así que bajo el título "Kirchner copia el modelo de Perón", una periodista del diario The Wall Street Journal, el pasado 24 de abril en EEUU se preguntaba si la Argentina podrá "soportar" otros cuatro años con la presidenta Cristina Kirchner…, diciendo en un momento: “Aquí no hay ningún misterio. Kirchner sigue las teorías económicas no sólo de Chávez sino también de Juan Perón, el fascista argentino del siglo XX que le dio su nombre al partido.”
Por eso, ¡basta de imitar la maldad foránea institucionalizada! La verdadera Paz, la Justicia y alegría y felicidad sólo la puede proveer el pueblo, la movilización de nuestros corazones y la participación popular en el poder
¿Cómo lograremos esto? Luchando todos unidos fundando Comunidades de la Nación Argentina, bajo una misma bandera, decidiendo todos y no unos pocos, qué queremos y cómo queremos vivir.
Encabeza este proceso la compañera Cristina Ana, falta que la ayudemos y acompañemos. Así con las mujeres al frente de las muchedumbres, con la fuerza de los jóvenes de espíritu es que saldremos adelante y ¡Ganaremos todos, nadie perderá! Sigamos charlando juntos, esperamos sus respuestas u opiniones.
Trinidad de Conducción del Colegio Apostólico del Rey Cristo Jesús Joaquín
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