Casita de María en la ciudad de Un hecho como la muerte de Candela, nos causa tristeza, desazón, bronca y angustia, y claro, porque ella como cualquiera de nosotros es parte del cuerpo que somos todo el pueblo, así compartimos lo que vive su mamá, familia y cercanos, ¿no? Todos somos débiles pero, si nos mostrarnos tal cual somos, esa debilidad se transforma en potencia de quienes se ven unidos por las miserias comunes que todos tenemos. Pero, ¿qué son todas estas sensaciones contenidas?
Es el Amor que nos tenemos entre nosotros, todos, sin distinciones ideológicas, de clase social ni de ningún otro tipo; es bronca por no amarnos más y más, tristeza por cómo nos cuesta o no sabemos amarnos.
Todos ansiamos la Unidad , incluso aquellos _los autores y actores de este tipo de hechos_ que quieren sembrar el pánico, el terror, la bronca y el odio para dividirnos. No tienen en cuenta que el Amor es más fuerte en ellos también, y que se impone sobre cualquier diferencia por más grande que parezca, simplemente no saben que también están buscando amar y ser amados y así, equivocan el camino procediendo mal y esto trae consecuencias, no es gratis. Pero no hablo de condena eterna, incluso tampoco hablo del sufrimiento que le traería al que o los que cometieron el delito, por ejemplo, yendo a la cárcel de por vida.
No es verdad que existen dos “clases” de humanos: los normales y los anormales, una reducción, una mentira más de la cultura de la muerte. Los autores o el autor “intelectual” de este crimen, ante esta barbaridad se separa de Satanás y de sus estructuras de pecado, y vive un abismo en el que reclama a gritos el Perdón.
El que propaga el desamor, no se quiere ni un poquito, está vacío, y eso realmente es estar muerto en vida, vive el infierno, y esto vale para todos ¿Queremos ser muertos que caminan?
Hoy los oligarcas de siempre con sede en Gran Bretaña _aliados de la cúpula vaticana, quienes han laburado durante siglos y siglos para dividir a los pueblos_ ya derrotados, intentan hacer lo mismo para mantenernos esclavos, pero son muertos que creen estar vivos.
No pueden con el Amor y hablo a nivel mundial, sólo es inercia y engaño visual de lo que ya está muerto ¡y está destinado a resucitar!, más tarde o más temprano, depende de la libre decisión de cada uno en su alma. (Ver ¡Que la revolución en paz arrase con los impíos! http://t.co/624Gnp8 y otros, en pedrosegundoelultimopapa.blogspot.com)
Volviendo, cualquier hecho de esta magnitud lo único que logra es aumentar el deseo de todos de imponer la Paz , lo que ya está adentro pero falta sacar, porque estamos cansados de las contradicciones interiores que se expresan en nuestros dirigentes por ejemplo, en los antimedios de comunicación, etc; cuando en realidad vemos que en el fondo todos queremos las mismas cosas para nuestras familias, nuestro barrio, nuestro país y el mundo, ¿o no? Entonces no discutamos por pelotudeces por favor, la única manera de imponer el Amor sobre el odio es, juntos, amar más tirando todos para un mismo lado, juntándonos para que no nos dividan nunca más, y al que no le guste y quiera armar quilombo, que se vaya. Así imponemos el Amor y las nuevas formas de relacionarnos, así se harán también las nuevas instituciones.
¿Quién puede decir que no es miserable, o sea débil, necesitado?, ja, nadie; yo lo soy, vos también. ¿Qué nos divide entonces? Un prejuicio moral berreta sectario, un espejismo engañoso que no existe pero divide sólo en la mente-mente, así que no le demos bola y sepámonos iguales siendo miserables pero con el corazón lleno de ansias de amar y amar más, ansias de sentirse útil y amado por los demás. ¡Encausemos entonces esta llama que nos quema por dentro para la felicidad de todos los que tengamos a la mano, y los que no también! Un hecho de amor tiene cercanas y lejanas verificaciones y resultados, seamos pacientes y podremos ver y palpar el fruto de nuestro amor, más tarde o más temprano. Así, en verdadera Unidad, ya vamos construyendo la nueva Argentina, en la cual no queremos que haya entre nosotros ningún necesitado de ningún tipo ¡Eso es Comunidad!
Esther Rocío Maratiel con Tobías Sebastián en Pablo Mariano Ariel
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