Luján de Cuyo,
Mendoza - La Santa y Nueva Argentina, 28 de octubre de 2012
¡Hoy juegan River y Boca, o Boca
y River como quieran ja! ¿Y que veo yo? Un amor tan grande como deformado entre
ambos “bandos”; tanta es la necesidad uno del otro que admitirlo sería
denigrante, pero es más que obvio.
Y es que Boca y River son uno, un
solo espíritu que en dos cuerpos-clubes distintos expresan esta necesidad mutua
que no se puede dibujar; así arrancaron en sus orígenes, ambos clubes son del
barrio de la Boca, partiendo del mismo espíritu de unidad pero como siempre el
enemigo, los cizañeros de siempre, los británicos metían la cuña de siempre exacerbando
las ambiciones y vanidades de cada grupo, para que _mediante unos clubes de
fútbol_ se produjera la separación en el pueblo, porque así divididos nos
pueden dominar mejor ¿no?
Sin embargo, a pesar y a través
de estos estériles pero molestos ataques del enemigo a la unidad del pueblo,
Dios Padre ha permitido que esto suceda, pero ¿para qué? Para demostrarle al
tonto separador y mete cuña que al corazón del pueblo nada puede disgregarlo
interiormente, sólo parece que estamos divididos, sólo parece que hay dos
bandos. Porque River y Boca son una muestra de lo que vive el pueblo en todos
sus ámbitos, es la tentación de estar “por encima” del otro, ganarle en lo que
sea, “ser mejor” que el otro, etc. Pero como sabemos, eso no llena ningún vacío
del corazón. Por eso, ganarle Boca, o a River un partido, no te llena el
corazón, hacemos como si, pero no nos la creemos. La mala costumbre que tenemos
como vicio es poneros contentos cuando al otro le va mal, pero aceptemos que
eso solo satisface a los bajos instintos, no al corazón. Mientras más aceptemos
esto, más se expresará la unidad nacional en todos los ámbitos, y las
contradicciones entre “bandos” pasarán a ser sólo un incentivo más para que a
todos nos vaya mejor, porque nadie se realiza en un pueblo que no se realiza,
el individualismo acabado es sólo una ilusión, un espejismo provocado por un amor
distorsionado hacia uno mismo y los suyos.
Boca y River son como una pareja,
en donde uno de los dos abandonó la casa, se fue pero… va a volver al barrio...
Pasa que en este actual sistema de contradicción “republicano democrático”, los
torneos de fútbol también son una muestra de la contradicción
institucionalizada: uno gana, el otro pierde… ¡Pero el Amor se impone siempre,
y se impondrá! Por eso, Boca y River… ¡un solo corazón, un mismo espíritu!, y
sus distintos cuerpos-clubes como decíamos, jugarán para la unidad de todos los
argentinos cuando el pueblo comprendamos que si todos ganamos, es mejor.
Por eso, más allá de la rivalidad
que existe, el Amor es más fuerte jaaa.
Pablo Mariano
Zoia (hincha de River) en Esther Rocío con Tobías Sebastián,
Agrupación La Madre
Contacto: 0261 – 156743994
Blogs:
agrupacionlamadre.blogspot.com
Pabloarielarieljesus.blogspot.com
Face: Pablo Mariano Zoia
Correo: mozoia@yahoo.com.ar
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